El otro día vi la película de Dallas buyers club. No voy a destripar el argumento para no fastidiárselo a nadie pero recomiendo totalmente verla, por la historia, por los personajes, porque está basada en un hecho real. Se me pusieron los pelos como escarpias porque finalmente triunfa un valiente y no la «verdad» que le imponen las Instituciones. Ron Woodroof, llegado una situación límite en su vida, no se creyó lo que le decían, fue un loco, un desobediente, un insumiso…
No está clara la raya entre la locura y la cordura. No sabemos en qué momento se salta la línea y pasas al otro lado. Que no nos pongan en una tesitura difícil porque nunca sabemos como reaccionaríamos. Si por locura se entiende tomar decisiones fuera de las normas, salir de tu zona de confort, dejar un trabajo, una pareja, saltarse la burocracia y el «vuelva Ud. mañana», saltar una valla con un letrero de prohibido ¡BENDITA LOCURA!
Estoy a punto de pasar al otro lado, he tocado fondo, he llamado a puertas, he seguido la lógica, los carteles, las normas. La vida me ha puesto en una difícil tesitura y voy a gritar, voy a dar el salto al vacío, voy a salir de mi zona de comfort y a zambullirme en lo desconocido que tan emocionante me parecía en el pasado. Improvisar lo que vaya viniendo… Algo ha cambiado, ahora NO tengo miedo.
Porque sueño, yo no lo estoy… Porque sueño, no lo estoy… Porque sueño, no estoy loco. (Léolo). Y no, no estoy loca…
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Muy bonito Sonia, cuidado con el zabullón, ponte flotador. por los que te queremos.