Crónica de una noche de sábado en un vagón de metro

11 Nov

Cada vez disfruto más de mis viajes en metro. Lejos de los agobios de mi claustrofobia de antaño, empiezo a disfrutar de los trayectos, me relajo, escucho conversaciones ajenas, saco mis conclusiones….curiosidad (que  como dice un amigo mío es el principio del saber) o simplemente es que soy una cotilla…..

Lo cierto es que en mi último trayecto de sábado me he dado cuenta de lo laicos que somos en la España del siglo XXI. La fauna de un sábado noche en un vagón es de lo más variopinta sobre todo cuando la parada es Chueca (línea 5), a saber: alternativos, góticos, gays, parejas, jóvenes modernas, modernos, gente mayor y un largo etc. Nada más entrar en el vagón miro a mi izquierda y la imagen no puede ser más bizarra, dos chavalitos de unos 13 ó 14 años con ambos sombreros con cara de cerdito con orejitas y chandal de raso verde ????’, me monto mi pelí de donde coño vendrán?, el cachas que ha entrado en mi estación los mira, me mira y se sonríe. Yo miro al cachas (entre otras cosas porque tiene un tiento) y me sonrío, la verdad son graciosos. En frente de mí dos góticas con botines góticos de plataforma, estilo manga tanto en el peinado como en el maquillaje de largos rabillos negros muy bien perfilados….Sin embargo la tranquilidad reina en el ambiente, todos nos miramos, nos aceptamos, nos copiamos quizás  el estilo, este me gusta este no, qué macizo aquel, mira oye que mona esta. De repente entra la estrella en el vagón, en esos momentos abarrotado a la altura de Gran Vía, será un pájaro, será un avión…..no, no es Super Coco. El foco de todas las miradas que de golpe se dirigen a la puerta, el motivo del silencio que de repente reina en el ambiente es…..una monja, ´sí colegas sí, una monja con toca (que no de clausura) joven de unos 30 años, con un cutis bonito, que incluso de calle tendría su aquel, que de repente enrojece al sentirse centro de atención de un centenar de personasm, «qué he hecho yo para merecer esto», se preguntará así misma y la respuesta no, no la tiene Almodóvar.

Y yo pienso y por eso escribo y me doy cuenta del cambio que hemos dado en esta sociedad en la que la religión nos la trae al pairo, en la que lo único que queremos son soluciones reales a nuestros problemas más reales e importantes que nunca. No, no entró un integrista islamista en el metro, ni un Hare Krisna al que probablemente algunos hubieran querido copiarle el estilo, era una simple monjita con su hábito de toda la vida, como las que me daban clase en el colegio. Solo que me di cuenta de que somos más laicos que nunca, a Dios gracias (juas juas) y que hay ciertos símbolos que ya no tienen sentido hoy en día, con todos mis respetos a los que respetan a estos símbolos, solo  lo comento porque me llama la atención y quiero compartir con vosotros este momento vivido y que me resulta cuento menos anecdótico.

11 respuestas to “Crónica de una noche de sábado en un vagón de metro”

  1. iugatore noviembre 11, 2011 a 10:47 am #

    Yo creo que Madrid es Laica un sábado por la noche… Pero se convierte en religiosa el Domingo por la mañana. He visto a la gente vestida con traje de los domingos meterse en las parroquias. Por eso las elecciones las gana el PP: Las elecciones se hacen en domingo!!

  2. mikicaro (@mikicaro) noviembre 11, 2011 a 4:53 pm #

    Felicidades!!!

  3. Luis Sanz Saenz noviembre 11, 2011 a 6:07 pm #

    Estoy esperando la siguiente disertación con muchas ganas…enhorabuena sista! sigue así.

  4. Montsina noviembre 11, 2011 a 7:18 pm #

    Me gusta tu reflexión y es muy cierta, la verdad es que mola que los tiempos cambien, cuando tu y yo cogíamos el metro hace años era a nosotras a las que nos miraba con caras raras ; )

    • disertacionesorales noviembre 11, 2011 a 7:33 pm #

      Es verdad, pero llevábamos gorritos y sombreros cuando nadie los llevaba¡¡ Y eras monas no?

  5. Inés noviembre 15, 2011 a 9:38 pm #

    ¡qué bien escribes, cuñá! ¿Religión? Todavía hoy me pregunto cómo hay gente que pierde el tiempo de aquella manera..

    • disertacionesorales noviembre 16, 2011 a 9:35 am #

      Te estás perdiendo el segundo relato del lenguaje no verbal¡¡ Entra y mira. Gracias¡¡

  6. Lamarimayte noviembre 21, 2011 a 11:34 pm #

    Muy bueno Sonia!!! Aunque yo no estaría tan segura de que no le copien el «estilismo»…

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