Archivo | enero, 2012

INTELIGENCIA EMOCIONAL

23 Ene

Con mi último post he metido el dedo en la llaga, mi familia se ha dado por aludida, el término «me he liberado de las obligaciones familiares » ha hecho pupa. Por mucho que les he explicado que hay mucha literatura, se han enfadado. Aunque las pretensiones de este blog eran pocas o ninguna, no quería ganar amigos pero tampoco perder familia.  Otra vez esta sinceridad mía me trae de cabeza. Podría haber hablado en tercera persona, inventarme un personaje, un pseudónimo o algo así, pero qué se le va a hacer…En este caso se ha trasladado la literatura a la realidad y me he visto obligada a dar explicaciones. Como dice una amiga mía en esta vida hay que ser «zorrita que te ví»….que interprete cada uno lo que quiera.

Un poquito de frialdad, de pensar antes de hablar, no me vendría mal, como dice mi madre «la lengua te pierde hija mía», tiene toda la razón. El concepto frío y calculador me ha costado entenderlo a lo largo de los años, si bien he ido cada vez siendo menos vehemente y más calladita, no lo puedo evitar, es genético. Envidio a la gente que pasa de todo, se calla y hace lo que le da la gana, sin discusiones, sin malos ratos, sin importarle la opinión de los demás. ¿Alguien del público me sugiere unas pautas por favor?.

No tengo la fórmula secreta de la burguer cangre-burguer (#Bobesponja) ni la del triunfo en la vida. Mezclemos en una coctelera frialdad, anticipación a las reacciones humanas, inteligencia, paciencia, y sordera para que oigas la barbaridad que oigas no te des por aludido , falta de escrúpulos, en fin todas esas cositas con la que uno no desgasta más energía de la necesaria, para ser un poquito menos desgraciado….Quien más pone más pierde, frase legendaria de mi madre, de nuevo tiene toda la razón…

Nunca he sido muy lista ni muy tonta, más bien mediocre, lo justo para pasar desapercibida en el colegio y no dar problemas a nadie pero si tuviera que elegir una cualidad humana entre las que me han inculcado me quedo con la «inteligencia emocional». Descrita por Daniel Goleman,  como la capacidad de manejar las emociones propias y ajenas y la habilidad para gestionarlas, se plantea por qué a algunas personas con altas capacidades intelectuales, les va fenomenal en su trabajo y son un desastre en sus relaciones humanas y vida privada.  Hay personas super inteligentes que son auténticos sociópatas incapaces de relacionarse normalmente .  «La actitud emocional es una meta-habilidad que determina lo bien que podemos utilizar cualquier otro talento, incluido el intelecto puro», dice Goleman . Luego parte del éxito social y personal se lo debemos a la inteligencia emocional, la gran olvidada por la generación nueva de padres entre las que me encuentro y de la que a veces reniego.

Cuando yo era pequeña si suspendía mi madre me animaba, me daba un beso y un abrazo reconfortante y a tirar para adelante. Parto de la base de que todas las madres no son iguales y que mi madre pertenece a la generación en que la mayoría de las mujeres eran amas de casa.  Ahora si sacas un notable, tu madre te exige un sobresaliente,  en el afán de superación y  exigencia a nuestros hijos de nuestras propias imperfecciones o como si reprodujéramos el rol de sociedad salvaje que devora a sus hijos y expulsa del sistema al débil y al que no triunfa.  Por eso reniego de mi generación como padres, porque poco o nada reflexionamos con ellos de las personas con problemas, discapacitados, o simplemente diferentes, de la pobreza y los malos tratos (que desgraciadamente algunos viven en primera persona). Envueltos en un halo de comfort, triunfalismo y excesos materiales, viven bastante alejados de la realidad a pie de calle. ¿Qué tal si les enseñamos a reconocer la tristeza y los problemas del otro e intentar ayudarles, por ejemplo? Empatía, esa bonita palabra y vacía de contenido, que de forma inconsciente no para de salir en mis post, será porque en líneas generales carecemos bastante de ella…

Llevo una semana complicada y en un acto de catarsis personal, lanzo mis preguntas al viento, quien quiera que las recoja o se de por aludido, me da igual,  y quien quiera también que reflexione. No pienso hablar en tercera persona ni pedir perdón por no ser graciosa esta vez….simplemente no me sale. Tiempos nuevos, tiempos salvajes como decían los Ilegales en su canción…preocupémonos por desarrollar la inteligencia emocional de nuestros menores y dejémonos de tonterías, no nos olvidemos,  que no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita……

LA ESPERADA POST-NAVIDAD

16 Ene

Por fín se pasaron las fiestas, probablemente las más tristes en mucho tiempo, y es momento de reflexión y de vuelta a la normalidad, esa normalidad y mesura que a todos nos hace falta en nuestras vidas. Las más tristes por ausencia de luces, las que dan alegría a estas fechas, yo por lo menos las he echado de menos en mi barrio. Los reyes magos tampoco han llegado a la pza. donde les esperábamos todos los años mi niño, mi familia y yo. Los recortes económicos impuestos por las autoridades municipales madrileñas, Srta. Boina/Botella, no han hecho posible que la magia venga a este nuestro barrio. Vete a contarle a un niño qué significan los recortes, la prima de riesgo (que no de América) y por qué…..una putada en definitiva.

La gripe hizo estragos en la familia, ni hambre teníamos, una familia que se come hasta las piedras, que engulle los roscones a pares y daba pena vernos. Famélicos lo que se dice famélicos no es que nos hayamos quedado pero puedo presumir y presumo de que no he cogido más kilos de los que tenía antes de la Navidad por primera vez en mucho tiempo, los virus han ido pasando sucesivamente de uno a otro miembro de la familia hasta instalarse y amargarnos las celebraciones, el marisco,  el vino, el champagne….una penita.

También ha habido pérdida de seres queridos en  gente de mi alrededor, si morirse en cualquier época es triste, en Navidad es el colmo, sobre todo porque el hueco de la persona está ahí más latente si cabe y la añoranza, la resignación y la rabia dan paso a una pena infinita, la vida es así de cruel. Lo paradójico de una muerte es como decía mi padre que «uno sabe todo de la vida cuando se tiene que morir», si es una muerte en la madurez o la vejez claro, en una premonición de lo que fue su desaparición de este mundo cercana también a la Navidad. Por supuesto es época de recuento en la mesa y de faltas que no serán nunca compensadas con otro comensal. Recuerdo de jovencita cuando llegábamos a fin de año y hacía recuento de todos en la mesa y suspiraba tranquila, sí, estábamos todos, desgraciadamente ese momento ya no volverá….

Pero bueno¡ alegríiiiiaaaaa!, que por lo menos ha habido trabajo, y decir trabajo en esta época es como decir fortuna o lotería porque qué voy a contar que no sepa todo el mundo… y sobre todo amor, no hay método más curativo para la mente y para el cuerpo que el calor de pecho ajeno y el amor es fortuna, de lotería nada de nada, no nos tocó ni a mí ni a nadie de mi alrededor. Y sobre todo la alegría de compartir el fin de año con amigos,  por primera vez en mi vida me he liberado de las obligaciones familiares. En otras ciudades como me comentaba una amiga valenciana, el fin de año no es tan familiar como en Madrid y el hecho de compartirlo con amigos me dió una bocanada de libertad y por qué no decirlo de madurez. Unidos en memoriable momento de risas de subidón etílico, volvimos a hacer recuento del tanto por ciento de parados y seguía superando el 50% de la mesa, pero aquella noche daba igual todo, habíamos ido a olvidarnos de nuestras miserias y a partirnos el pecho con el «feneco» de la Duquesa de Alba, que ¿qué es el feneco?…. aquel lugar sagrado visitado por el  maridísimo por el que no hay herencia suficiente para agradecerle, el felpudo maldito que ha osado visitar ….¡qué gran momento señores, qué grandes compañeros de cena, creo que una vez liberada, repetiré!.

Lo  mejor de todas las Navidades es sin duda la inocencia y la sonrisa de un niño, la magia, la gran ilusión en la vida de una persona que es creer en los Reyes Magos. No hay ilusión y a la par decepción más grande en la vida…me quedo con esa increíble sensación infantil de creer en la magia y a la vez tener tantos interrogantes que despejas cuando tu mejor amigo, tu primo o compañero del cole va y te lo casca…

Como decía al principio hay ganas de retomar la normalidad, los horarios, las rutinas necesarias sobre todo para los niños y para el buen funcionamiento del intestino. Esas zampas brutales son bloqueadoras y malignas. La vuelta a los horarios, el agua, la fruta, el ejercicio, las preocupaciones, el cole, los madrugones, las obligaciones…Todo aquello que  proporcione estabilidad a nuestras vidas, algunas más a la deriva que otras, bienvenido sea… porque sí, yo también estoy hasta los mismísimos de la puta Navidad. Encima leo en la prensa que hoy es el Blue Monday, el lunes más deprimente del año, el tercer lunes de enero, por el clima, el salario, el tiempo que ha pasado desde la Navidad y las deudas. ¡Ya me notaba yo rara!, no se si a alguno le pasa, en cualquier caso, espero contribuir a que el Blue Monday se convierta poco a poco en el Happy Monday. Pasad el trago lo mejor que podáis, yo haré lo propio….